Si, son las 18. No, no se me rompió el reloj. Esta entrega te llega ahora y no lo hizo por la mañana porque no legué a armarla antes. Tarde, pero seguro, aquí va.
Se va terminando 2024, el año en el que, podemos afirmarlo, los vientos negacionistas se levantaron y nos sacudieron fuerte. La impunidad para los genocidas, no obstante, sigue siendo, por el momento, una promesa que les está costando cumplir.
En ese marco, la pena a prisión perpetua que recibió el lunes pasado Horacio “Pantera” Ferrari, uno de los represores de la ESMA, y la sentencia que se conocerá mañana en Neuquén contra el exjuez Pedro Duarte y el exfiscal Víctor Ortiz, llegan como un sello de garantía al proceso de juzgamiento por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los 70.
Ferrari, el que logró durante varios años escabullirse de la condena que le tocaba y finalmente llegó el lunes, escuchó la decisión del Tribunal Oral Criminal número 5 de la Ciudad de Buenos Aires desde su casa, entrajado y serio. Fue hallado coautor de más de 170 secuestros, torturas, más de 70 homicidios y homicidios agravados, sustracción y ocultamiento de bebés y abusos sexuales.
El TOF incluyó en su fallo la orden de que se investiguen adulteraciones y robos en sumarios del represor condenado.
La semana en juicios
Además de la sentencia en ESMA VIII contra Ferrari, hubo audiencias testimoniales en varios juicios de lesa humanidad en curso, aunque la agenda va llegando a su descanso estival. De hecho, la que comenzó hoy será la última semana completa de debates.
Hubo testimonios en la cuarta audiencia por los crímenes de Campo de Mayo que se están juzgando en San Martín y en el tercer tramo del juicio por la causa que indaga en los crímenes de la Subzona 15, en Mar del Plata.
El viernes pasado en Mar del Plata continuaron los alegatos de las defensas en el marco del juicio por los crímenes de la Subzona 12, y en Bahía Blanca hicieron los mismo las querellas en el juicio por la megacausa Zona V del Ejército. Fue la última audiencia de 2024.
Dejo cronograma de audiencias.
Otras noticias
Intentos de impunidad: “Los represores tuvieron su show”, escribió Luciana Bertoia para abrir su artículo sobre la audiencia que ante el juez Martín Yaradola sucedió a pedido de organizaciones y abogados defensores de genocidas para insistir en que Argentina viola sus derechos humanos al tenerlos presos en cárceles comunes siendo ancianos de más de 65 años. Hablaron, se quejaron, se lamentaron ante el magistrado, que debió escucharlos por decisión de la Cámara del Crimen —Yaradola se negó a tramitar el hábeas corpus colectivo en dos oportunidades, pero fue obligado a hacer una audiencia—. Ahora deberá definir.
Mientras, estos “pobres ancianos” insisten en arrancarles beneficios a la Justicia. Algunos, a veces, lo logran. Es el caso del genocida y apropiador de la ESMA Adolfo Donda, a quien el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 5 le concedió salidas transitorias extraordinarias. La nieta restituida Victoria Donda, que nació en la ESMA y el represor, su tío, colaboró con apartarla de su madre y entregarla a otro represor de ese centro clandestino —Juan Antonio Azic— repudió la decisión judicial.
Para otro de los chacales del epicentro de poder represivo de la Armada durante la dictadura, Alfredo Sandoval, las noticias no fueron buenas. La Cámara de Casación confirmó su condena a 15 años por el secuestro y las torturas que sufrió Hernán Abriata. El juicio contra Sandoval se llevó a cabo en 2022. El represor pudo ser juzgado y condenado años después de haber sido hallado en París, Francia.
Misma mala suerte tuvo quien fue jefe del centro clandestino que funcionó en el Casino de Oficiales de la Marina, Jorge “Tigre” Acosta, a quien la Cámara de Casación Penal le rechazó un recurso extraordinario que la defensa presentó en el marco de la condena que el “Tigre” recibió por abusos sexuales a prisioneras clandestinas encerradas en la ESMA.
Otro espía detenido: El juez Daniel Rafecas detuvo a Julio César Casanova Ferro, un integrante de la patota comandada por Aníbal Gordon que presuntamente actuó en el centro clandestino conocido como Base Pomar. Casanova Ferro, de 84 años, trabaja de manera remota con la Universidad del Salvador, donde estudió Derecho y persiguió militantes peronistas y de izquierda. Fue detenido el martes pasado y el jueves se negó a declarar.
La interna presidencial: Supimos ayer que Claudio Pasqualini, el “número 2” del Ministerio de Defensa, presentó su “renuncia indeclinable” a su cargo. Pasqualini es un militar, integrante del Ejército, vocero de la “memoria completa” en relación al genocidio de la última dictadura cívico militar, y alfil de Victoria Villarruel dentro de la estructura ejecutiva de Defensa que maneja el radical cambiemita Luis Petri. Su salida no solo es una prueba más de la interna feroz que divide a Villarruel del presidente Javier Milei, sino que también se vincula con el escándalo de corrupción que surgió en los últimos días dentro del Ejército.
Un año de Milei: Dejo a modo de lectura recomendada el sexto capítulo del informe que realizó el Centro de Estudios Legales y Sociales sobre el primer aniversario de gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel. El eje de análisis de este apartado es la memoria.
Y hablando de informes, mañana martes 17 de diciembre a las 16 en la Casa por la Identidad, su sede en el Espacio Memoria y Derechos Humanos que funciona en la ESMA, Abuelas de Plaza de Mayo presentará su análisis sobre la “Actualidad sobre las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en la Argentina”.
Adios: Falleció Irma Scrivo de Morresi, integrante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, madre de Claudio y de Norberto, militante de la UES, desaparecido por la última dictadura cívico militar el 23 de abril de 1976.