Buen lunes, queride lector. Me costó elegir el tema para abrir esta entrega. Últimamente me encuentro repetitiva en el tono y la temática: estamos como el orto, todo está como el orto. Y me propuse hacer el esfuerzo para encontrarle luminosidad a la época. Repito: me costó. Pero lo logré, creo.
Elegí destacar lo que sucedió el miércoles pasado en el juicio que dirige el Tribunal Oral Federal número 1 de Rosario sobre los secuestros, torturas y asesinatos que sufrieron los obreros metalúrgicos de Villa Constitución en la previa del golpe de Estado de 1976: por primera vez representantes de la Justicia —en este caso jueces del tribunal— visitaron la planta de Acindar en el predio metalúrgico de Villa Constitución en el marco del juicio que investiga la existencia allí de un centro clandestino.
Dejo estas dos notas de El ciudadano y de Rosario/12 que son bien completas en términos informativos, de datos duros.
¿Qué destacan? Quiero decir, ¿por qué es importante esta visita, que fue en los términos de proceso judicial, una visita ocular? Varios puntos: El hecho de que sea una empresa la inspeccionada, que lo sea por haber funcionado allí un centro clandestino —el “Albergue de solteros”, que fue demolido antes de que siquiera la Conadep pudiera constatarlo—, que la empresa sea una de la talla de Acindar, que dos de sus exjerárquicos al tiempo de los hechos están siendo juzgados, que todo esto suceda en el marco de un proceso de juzgamiento a responsables del genocidio de la última dictadura que está aletargado y casi inactivo por fuera de este caso si solo ponemos el foco en responsables civiles, y por último, dato no menor, que el juicio en cuestión no está siendo transmitido.
Un racimo de razones que hacen el hecho fundamental de ser difundido, conocido, advertido. Sobre todo, cuando se cumplen este martes —mañana— 40 años del comienzo del Juicio a las Juntas, la primera vez que la Justicia civil argentina repasó los crímenes de la última dictadura y condenó a algunos de sus responsables. El proceso, perfectible de eso no hay dudas, fue un paso trascendental para la democracia recién nacida: las cúpulas de las fuerzas armadas fueron juzgadas por el horror a menos de un año de haber dejado el Gobierno, aún sin haber dejado el poder del todo. Un hito, como dice Luciana Bertoia en esta nota.
Dejo esta entrevista a Ricardo Gil Lavedra, uno de los camaristas que juzgaron a los dictadores, al sobreviviente de la Noche de los Lápices Pablo Díaz y a Iris Avellaneda, cuyo hijo fue secuestrado y brutalmente asesinado por la dictadura, también producción de Bertoia.
La semana en juicios
Fue una semana megacorta con apenas tres debates activos, aparte de la visita ocular en Acindar. Hubo testimonios en el juicio por los crímenes de Fuerza Aérea de Zona Oeste y en Masacre de Pabellón Séptimo. También hubo audiencia de alegatos en el juicio por la Megacausa por los crímenes de la Zona V del Ejército.
Vamos con las audiencias de los próximos días:
Otras noticias
Juez a indagatoria: El juez federal de instrucción Daniel Rafecas llamó a indagatoria a su excolega Guillermo Rivarola por no haber investigado la Masacre de Pabellón séptimo, hecho que actualmente está en juicio oral con tres exfuncionarios de la cárcel de Devoto como acusados. La primicia la escribió Luciana Bertoia en Página/12, pero si no sos “socio” de ese pasquín no vas a poder leer la nota. Dejo más info acá.
Rechazos: La Justicia de Formosa negó el beneficio de prisión domiciliaria al represor condenado por crímenes de lesa humanidad Horacio Domato. El Tribunal Oral Federal de Formosa tuvo en cuenta que Domato permaneció prófugo de la justicia durante siete años antes de ser capturado, juzgado y condenado.
En tanto, el Tribunal Oral Federal de Resistencia rechazó el pedido de libertad condicional que había realizado el represor Ricardo Guillermo Reyes, condenado a cadena perpetua por los homicidios y desapariciones de personas en la Masacre de Margarita Belén. Reyes cumplió 20 años de encierro, pero ante la consulta de la Justicia, consideró que fue injustamente condenado y criticó al tribunal que lo hizo.
Letargo: ¿Ya dije en esta entrega que el proceso de juzgamiento a genocidas de la última dictadura viene lento, no? Bueno, para muestra basta un botón: en Río Negro hay una docena de causas que flotan en Instrucción.
En ese tren, vale este apure que le metió la Cámara Federal de Casación Penal al Tribunal Oral Federal de Jujuy para que empiece ya el juicio por los secuestros del ingenio Ledesma. Tras la muerte de Carlos Blaquier, que se fue impune, el exadministrador de la empresa Alberto Lemos será el único acusado en el juicio que ya acumula años de demora.
Ataque a la memoria: Vandalizaron en Córdoba la señalización al centro clandestino conocido como “La Perla chica”.
Aniversario: El sábado se cumplieron 20 años de la condena que recibió en España el genocida Adolfo Scilingo, primer piloto de los vuelos de la muerte en confesar que los militares de la última dictadura desaparecían a sus víctimas arrojándolas con vida al mar desde aviones. El represor recibió una condena a 640 años de prisión por haber cometido crímenes de lesa humanidad contra 30 personas. Pero dos años después, la pena fue incrementada a 1084 años. Según informó Infobae hace algunos años, Scilingo ya no está en prisión.
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