El miércoles pasado te conté que la Iglesia católica acaba de publicar una investigación sobre sus vínculos y comportamientos en relación a “la violencia en la Argentina entre 1966 y 1973”, como subtitula la publicación. Que gran parte de esa investigación revisa archivos desclasificados de la institución en relación a los crímenes de la última dictadura.
El material es enorme y seguramente se vaya desmenuzando de a poco --mientras, dejo por acá un análisis con algunos señalamientos que hace Eduardo de la Serna para El Cohete a la luna-- pero es una casualidad "¿divina? la que sucedió dos días después: La Cámara Federal de Rosario anuló la causa cerrada en 1977 en la que se dictaminó como “accidente de tránsito” la muerte del obispo católico de San Nicolás Carlos Ponce de León y, así, habilitó la reapertura de una investigación para determinar causas y responsables del hecho.
El obispo falleció el 11 de julio de aquel año cuando, según se afirmó entonces, el vehículo Renault 4 que conducía en la ruta nacional 9 a la altura de la localidad de Ramallo, y en el que se trasladaba junto a un acompañante, chocó contra una camioneta. Ponce de León, miembro del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, estaba siendo perseguido por la última dictadura cívico militar. Y al menos parte de la estructura de la institución religiosa lo sabía.
De cara al 24
Hace varios días que los organismos de derechos humanos difundieron convocatoria para la marcha del 24 de marzo en conmemoración a los 47 años que transcurrieron desde el inicio del último golpe de estado genocida. Y también reconfirmaron, como siempre, que el foco del homenaje son los 30 mil.
Sin embargo, los medios de comunicación intentaron generar un quiebre entre el movimiento y el kirchnerismo, o más específicamente, su base de militancia joven, La Cámpora. La cuestión fue la presunta intención de reconfigurar el eje de la movilización hacia el operativo clamor de Cristina y en repudio a su proscripción, algo que referentes de los organismos, como Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo, salieron a aclarar.
Días después, el ministro del Interior e hijo de desaparecidos Wado de Pedro acudió a Abuelas de Plaza de Mayo para despejar dudas respecto de la salud de la que aún goza el vínculo.
Los juicios de la semana
Acabo de darme cuenta de que el título que le puse a la entrega del miércoles pasado debería haberlo puesto a éste, que sale hoy lunes pero que por razones de fuerza mayor debí cerrar el viernes pasado (24/02/2023). Pero bueno, vos me entendiste.
Digo que debería haberlo usado para introducir esta entrega pues la que pasó fue una semana corta en lo que a audiencias judiciales de lesa humanidad se trata.
Tuvimos jornada cortísima de testimonios en ABO V, en donde el presidente del Tribunal Oral Federal número 2 se dio el lujo de apurar a uno de los testigos, Luis Guerra, hijo del militante de la Juventud Comunista Revolucionaria Manuel Guerra, secuestrado y desaparecido, que por favor no se vaya por las ramas. Jorge Gorini el es juez en cuestión. Y podés ver el pique en la transmisión que La Retaguardia y Radio Presente hacen audiencia tras audiencia.
Hubo testimonios, también, en Rosario —Guerrieri IV— y en Bahía Blanca —Zona V—. La Fiscalía continuó sus alegatos en Hogar de Belén, en donde entre otras cosas, explicó por qué esa institución funcionó como centro clandestino de detención. Continuaron exposiciones de cierre en Megacausa San Juan III y Destacamento 144, y las indagatorias en Superintendencia de Seguridad Federal III.
A partir del lunes, la semana está más completa. Chequeá el calendario.
Sobrevivientes y familiares tampoco saben cuándo ocurrirá aquello. Mientras, y en el marco del mes de la memoria, que ya llega, la Mesa de la Memoria de La Matanza organizaron una Caravana por la Memoria para este sábado 4 de marzo. “Recordando a todxs lxs compañeras detendixs desaparecidxs desde el primer genocidio hasta la última dictadura cívico militar y eclesiástica”, invitan. Sale de la Comunidad Indígena Tres Ombúes (que encontrás acá), pasa por Puente 12 y Vesubio.
Reparaciones
Hoy la Subsecretaría de Derechos Humanos de La Pampa entregará los legajos de Mario Julio y Analía Urquizo a su familia en el marco de un acto de “reconocimiento y reparación histórica”. Mario y Analía son dos hermanos nacidos en Alpachiri, La Pampa, que fueron secuestrados y asesinados en 1977 por el terrorismo de Estado en Rosario, donde trabajaban y estudiaban.
Mario, al que le decían Negro, tenía 26 años, estudiaba medicina y trabajaba en la Caja de Ahorros. Analía, de 22 años, estudiaba Psicología. En 2020, el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario condenó a prisión perpetua a los represores responsables de sus secuestros, torturas y muertes.
Repudio
Juan Carlos Fotea, el represor de la ESMA que participó de los operativos de secuestro de las Madres de Plaza de Mayo y Rodolfo Walsh, entre varios otros seguramente, sigue gozando de libertad condicional. Los Familiares y Amigos de los 12 de la Santa Cruz están juntando firmas en repudio de esa decisión.
Sobreseimiento
Omar Barbieri, el ex militar que denunció a un grupo de excamaradas del Regimiento de Infantería Mecanizada número 6 de Mercedes de participar de secuestros durante la última dictadura cívico militar fue sobreseído en la causa que uno de los acusados le había iniciado por falso testimonio. Lo había denunciado Alberto Bustos, un militar retirado del RIM 6 de Mercedes que fue denunciado por su intervención en crímenes de lesa humanidad.
Beneficio
Casi siete años después de que la condenarán, la sentencia a la médica Elsa Nasatsky de Martino, quien borró la identidad del nieto 120 José Roberto Maulin Pratto en un operativo en el Sanatorio Reconquista durante la dictadura, en marzo de 1977, quedó firme. Eso sí, con algunos cambios: le redujeron la pena, la mandaron a cumplirla a su casa y rechazaron el pedido que la abogada Lucía Tejera había hecho para que se le coloque una pulsera. ¿Que tal? Más info sobre la Justicia que tenemos en esta nota.
Una candidata para la CIDH
La Cancillería presentó la candidatura de Andrea Pochak para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en las elecciones que tendrán lugar en la Asamblea General de la OEA en junio próximo. Pochak, actual subsecretaria de Protección y Enlace Internacional en Derechos Humanos en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, resultó elegida por "sus sólidos conocimientos acerca del sistema interamericano en el marco de su experiencia tanto como representante del Estado como peticionaria en el pasado", resalta el documento oficial en el que se basa este artículo.
Previo a ejercer en la gestión de Horacio Pietragalla Corti, Pochak integró el Centro de Estudios Legales y Sociales y la Procuración General de la Nación.
Bonus Track
Salió hace algunas semanas, pero tiene plena vigencia. El último número de la revista Caras y Caretas estuvo dedicado a las Abuelas de Plaza de Mayo, a su búsqueda, a les nietes restituides. Imperdible.
El Juicio
No quería dejar de contarte que el viernes vi El Juicio, la película que Ulises de la Orden en dirección y Alberto Ponce en montaje —entre otres muches profesionales que aportaron lo suyo— elaboraron a partir de las ma´s de 500 horas de audiencias filmadas del Juicio a las juntas.
Antes que nada: en Argentina tendrá dos prestrenos el 24 de marzo en el MALBA y el 25 de marzo en el Centro Cultural Haroldo Conti (cae sábado, es a las 17, así que anotá).
La película me gustó; es un laburo de archivo impresionante: 530 horas de rodaje resumidas en 177 minutos, 18 capítulos, dos partes, en las que de la Orden guiona la historia del genocidio de la dictadura a partir de lo volcado en aquellos meses de 1985 en el marco de un juicio oral y público, uno de los más importantes de la historia argentina y del mundo.
Es el plan sistemático de exterminio contado por los dictadores que lo pusieron en marcha, justificado por sus defensores a través de un lenguaje que era el que hablaba la sociedad argentina de entonces —subversión, terroristas, guerra sucia, victoria, héroes, colaboradores, enemigo, miedo, veneno marxista leninista, la mancha roja del comunismo— y por sobrevivientes y familiares de víctimas que exhibían frente a los jueces lo más profundo de sus heridas dolientes —insultos, secuestros, violaciones, torturas, picana, ratas, quemaduras de cigarrillos, robos, partos clandestinos, robo de niños, soledad, locura, abandono, desazón, búsqueda, exilio—.
Me crucé con material histórico del que no tenía registros y sobre el que sabia vagamente pero por lecturas —las imágenes nunca se vieron—. Me quedo con la incógnita sobre qué decodificará alguien a quien el asunto le es ajeno, o muy lejano, como les pibis. Me pregunto si la falta de graphs que identifiquen a les protagonistas del juicio buscará un efecto en este sentido. Ojalá pueda charlar con Ulises al respecto!
Recomendadísima.
Hasta el lunes que viene!